Transformación y pérdida de identidad de la cultura ceramista en barro en Ilobasco de finales del siglo XX a la actualidad

Transformation and loss of identity of the clay pottery culture in Ilobasco from the end of the 20th century to the present

Fecha de recepción: 22 de enero de 2024

Fecha de aprobación: 1 de marzo de 2024

Gloria Carolina Martínez Arce

ma04104@ues.edu.sv

Universidad de El Salvador

ORCID: 0000-0003-2708-7591

Resumen

La producción de piezas de cerámica en barro ha sido por mucho tiempo un bien patrimonial en la ciudad de Ilobasco. La cultura ceramista en Ilobasco data de la época prehispánica, desde la cual se transmitieron los conocimientos para la fabricación e indumentaria casera como ollas, comales, pocillos y cántaros. En las últimas décadas del siglo XX hubo un cambio significativo en esa producción. No sólo se produjeron utensilios de cocina, sino juguetes y alcancías de barro para las ferias, figuras para los nacimientos navideños, pero sobre todo se comercializó más la figura, el producto decorativo y para el turismo. Con la globalización y la diseminación del producto chino en el país, la producción de cerámica de barro fue impactada negativamente. A partir de esos cambios hubo nuevas inventivas de los artesanos, algunos de ellos se organizaron en asociaciones para la transmisión de nuevos y tradicionales conocimientos a fin de mantener la tradición en lo nuevo, pero tal asunto ha sido cuesta arriba.

Palabras clave: artesanos, barro, cerámica, Ilobasco, identidad cultural, transformación..

Abstract

The production of clay ceramic pieces has long been a heritage asset in the city of Ilobasco in El Salvador. The ceramic culture in Ilobasco dates back to pre-Hispanic times, a time from which the knowledge for the manufacture of homemade clothing such as pots, griddles, wells and jugs was transmitted. In the last decades of the 20th century there was a significant change in that production. Not only kitchen utensils were produced, but toys and clay piggy banks for fairs, figures for Christmas nativity scenes, but above all figures and decorative products and for tourism were marketed more. Thus, ceramic production for home use in the kitchen was completely displaced. From these changes there were new market demands, some artisans organized themselves into associations for the transmission of new and traditional knowledge in order to maintain tradition in the new, but this matter has been uphill.

Keywords: artisans, ceramics, clay, cultural identity, Ilobasco, transformation.

  1. Introducción

En las sociedades de la antigüedad era sobre los artesanos en quien recaía la responsabilidad de proporcionar a su familia y a la comunidad los instrumentos indispensables para la vida diaria. Hoy en día, a esto lo conocemos como cultura popular, el crisol donde se refugian los valores identitarios mantenidos a lo largo de su devenir histórico, nutrido diariamente por la realidad socioeconómica que rige su vida colectiva. Ilobasco es un pueblo que por décadas ha promovido y protegido su patrimonio artesanal de barro, eso ha incitado a miles de ilobasquenses a ser emprendedores, a sentirse orgullosos de su tierra y a saber identificarse por medio de su cultura del barro.1

Originariamente, este pueblo fue conocido por sus ollas, comales y enseres domésticos para uso sobre todo de preparación y almacenamiento de alimentos. Sin embargo, a mediados del siglo pasado, los cambios de la cocina de barro incluso en el ámbito rural a la estufa de gas y a las ollas y cacerolas de metal hizo que se disminuyera la producción de utensilios de barro para la preparación de alimentos. Esa problemática es la que estudia esta investigación. A través de la voz de los protagonistas se tratará de abordar cómo ha sucedido esa transformación en la dinámica artesanal de Ilobasco, cómo una cultura del trabajo de barro transmitido de generación en generación fue modificada y disminuida.

Las herramientas metodológicas que se emplearon en este trabajo fue la de la Historia Oral, particularmente la de la conversación y la de la observación participante. Dos técnicas que le permiten al investigador conocer de primera mano la información, no sólo detallada sino también vivida, en este caso la de los artesanos del barro y los procesos de transmisión y transformaciones en la cultura ceramista. Así también, cómo los artesanos han tenido que enfrentar una sociedad que cambia ante el desarrollo industrial y tecnológico en contraste a las formas culturales y de identidad étnica que se mantienen.

Con el paso de los años, los artesanos identificaron los cambios en la dinámica cotidiana, hubo necesidad de hacer innovaciones en las técnicas y en la elaboración de los productos; y los talleres artesanales de barro necesitaron mantener el mercado y aumentar los ingresos. Había necesidad de mejorar los materiales, utilizar nuevas herramientas y adecuarse a las nuevas demandas y gustos, sobre todo en el caso del producto chino, que introdujo otros productos que competían con los productos artesanales nacionales. Con ello, se dio paso a la tecnificación de los procesos artesanales. También se tuvo apoyo de algunas instituciones para que el gremio artesanal recibiera capacitación de expertos internacionales, con los cuales lograron elevar calidades de sus artesanías. Así los artesanos dejaron de elaborar piezas útiles para dedicarse a elaborar piezas decorativas, navideñas y miniaturas, ya que con estas lograban un mayor ingreso económico, elaboración que tuvo importante demanda sobre todo el de atractivo turístico. A pesar de los intentos de algunos talleres para adecuarse al mercado, de mejorar calidades de sus productos la tendencia ha sido el menoscabo de la artesanía de Ilobasco.

  1. Desarrollo y transformación hacia una nueva cultura ceramista

Históricamente, se ha conocido a Ilobasco como cuna de alfareros, nombre con el cual se les conoce a los hacedores de la cerámica en barro. Ilobasco a principios del siglo XIX, era un pueblo del partido de Cojutepeque, se destacaba por su trabajo artesanal en el ramo de la alfarería2. Era conocido por su fabricación de ollas, comales y demás utilería casera para la preparación y almacenamiento de alimentos. Dichos enseres, eran elaborados con técnicas artesanales sencillas, realizadas totalmente a mano. Se utilizaban herramientas simples de manufactura casera, hechas por el mismo artesano: algo para golpear y martillar, para cortar, raspar y pulir, para perforar, prensar y para pintar3. Entre los artesanos de Ilobasco, la cerámica es un objeto o producto de identidad cultural local, sobre todo, porque los procesos manuales continuos y el uso de la materia prima es obtenida de esta misma zona. En el caso del barro como materia prima esencial y primordial, en un principio dicho material era extraído de la misma localidad donde algunos artesanos residen4, puesto que donde hoy se encuentra el hospital nacional, antes era una vasta mina de barro y de ahí el nombre que se le da comúnmente al barrio La Cruz: «El Barrial»5.

Figura 1. Plaza comercial frente a la Iglesia San Miguel Arcángel, 1905

En otras palabras, es un proceso que se ha mantenido por generaciones y en donde la materia prima identifica a la región, ya sea por su producción, cultivo y preparación. La cerámica se llega a crear como un producto efímero o duradero, pero esa creación llega a tener una función social original que está dada por la cultura misma. Es así como las «olleras» del barrial, fabricaban sus productos artesanales utilitarios6. Los artesanos de Ilobasco comenzaron sus creaciones, en el afán de producir utensilios caseros para su propio uso y posteriormente, fueron haciendo a mayor escala para ser comercializados en el pueblo. De esta forma, las olleras del Barrial vieron pasar su vida y crecer sus familias gracias a la elaboración de estas artesanías, que en su momento eran las herramientas utilitarias en las cocinas tradicionales de Ilobasco. Fue así como diversificaron sus creaciones en la cerámica, con ollas más grandes, cacerolas y hasta macetas para ser vendidas cada domingo en la plaza central del pueblo. Así mismo, el relato del artesano José Flores, quien se dedica al oficio desde muy joven y posee su taller en los alrededores del segundo parque más importante de Ilobasco, indica que:

«Mi papá tenía un taller de locería, en donde eso desapareció de acá de Ilobasco. Pero en aquella época que me estoy refiriendo a… más o menos ١٩٣٥, a mediados del siglo anterior, en donde fue decayendo la locería. Que las locerías eran como yo recuerdo todavía, como de haber visto, algunas ٥ locerías acá en Ilobasco. Entonces donde las piezas eran las ollas, jarros para cocer café y en aquel tiempo toda la gente usaba esos recipientes para cocinar, para freír frijoles, para freír otras cositas, que… pienso yo, tenían otro sabor»7.

Figura 2. Producción artesanal tradicional de Ilobasco

Con el paso del tiempo, se fueron presentando dificultades y desinterés para continuar con la fabricación de las piezas utilitarias caseras y se dio paso a la diversificación artesanal decorativa, tal es el caso de los y las muñequeras, quienes elaboran muñecos típicos navideños y otras figuras representativas de la cultura popular y nacional. La elaboración de dichas figuras ha representado un giro en la cultura ceramista en Ilobasco, siendo este uno de los referentes culturales más reconocidos de su cultura a nivel nacional y con ello elevar el nivel de ingresos en este rubro y se sabe que este ha sido el principal motivo de cambio en la fabricación de cerámica. Tal es el caso de la artesana Isabel Flores8, artesana del famoso Barrial, el caso de esta artesana nos ilustra cómo decidió formarse en miras a la artesanía navideña y ya no a la utilitaria, puesto que le produjo mayores ganancias.

Las figuras navideñas también conocidas como «los Pichinguitos»9, eran muy buscadas en las ventas que se realizaban en las calles del pueblo y en su parque central. Entre las muchas y variadas pequeñas figuras de barro estaban las de cultura religiosa y general, guardias nacionales; los viejos canosos que les temblaba la cabeza, pastores, reyes magos y diversidad de animales. Los muñequeros, artesanos del barro, eran especialistas en hacer figuras y diseños. Las muñequeras se encuentran dispersas en toda la ciudad y se venden en Ilobasco y se distribuyen a todo el país.

Por otro lado, la creación de las miniaturas por Dominga Herrera, quien era originaria de Ilobasco fue la creadora de la cerámica miniatura, la cual representa hasta hoy en día las estampas de la cotidianidad de El Salvador, su cultura y tradiciones transformados en pequeñas pero muy hermosas figuras miniaturas10. Con esto, se provocó que se disminuyera la producción de utilería casera, ya que los artesanos se enfocaron tanto en los Pichinguitos siendo estos la variedad de muñecos para las festividades navideñas, donde se representa la cultura, tradiciones y creencias salvadoreñas, las figuras decorativas con motivos caseros y las miniaturas. Convirtiéndose así, estos dos últimos rubros en los que hoy en día representan a Ilobasco en conjunto con la diversidad de piezas decorativas hechas en barro.

En ese sentido, parte de las transformaciones que se han hecho evidentes en Ilobasco, ha sido la implementación de nuevas técnicas para mejorar las piezas finales, parte de ello ha sido gracias al Centro de Desarrollo Artesanal ubicado en la entrada del pueblo, y es así como gracias a la inversión y asocio con el Ministerio de Economía y el gremio artesanal, se ha logrado tecnificar a dichos artesanos, muchos de ellos, por medio de talleres impartidos en la institución y con proyectos clave como el implementado por el gobierno de Taiwán, lográndose un intercambio de conocimientos y mejora de las técnicas de elaboración de la materia prima y los procesos de manipulación del barro para la creación de piezas más duraderas y con acabados diferentes11.

La inserción de algunos artesanos en espacios que de por sí, funcionan como legitimadores del arte (los museos, ferias o mercaditos), proporcionan una nueva configuración del oficio artesanal12. Una transformación, generando con esto, un nuevo campo de inserción de su trabajo y posibilitando desarrollarse en contextos que antes eran exclusivos de otros sectores o simplemente no estaban al alcance de ellos como artesanos ni como campo de trabajo. En miras a lo anterior, los artesanos se han diversificado y conseguido un desarrollo económico y artístico. Los cambios y transformaciones en el mercado artesanal en Ilobasco fueron evidentes desde la inserción de nuevos procesos y técnicas para su elaboración. Esto se ha evidenciado en cómo los artesanos empezaron a aprender de exponentes externos y así paulatinamente dejaron de fabricar las típicas piezas utilitarias para producir otro tipo de piezas.

La segunda mitad del siglo XX, ha sido testigo de una profunda transformación en los objetivos de la producción artesanal a nivel mundial. La penetración de productos industriales utilitarios en las regiones más apartadas e inhóspitas ha desplazado el autoconsumo de gran parte de la producción artesanal. La evolución de la producción ha estado íntimamente vinculada con la diversificación de mercados: transformar los otrora objetos utilitarios y rituales en algo decorativo, crear el souvenir turístico de bajo costo e incluso desarrollar los productos para la decoración de interiores13.

A diferencia de Ilobasco y El Salvador, en los países más pobres y las sociedades fuertemente apegadas a sus tradiciones, la artesanía sigue siendo una producción ligada a funciones utilitarias y a un modo de vida. No obstante, esas poblaciones sienten la tentación de utilizar los nuevos productos de origen industrial a los que tienen acceso. Y es así como el plástico y la hojalata reemplazan, poco a poco, a la paja, la arcilla y las prendas menos caras de algodón estampado sustituyen a los pesados tejidos y las sedas pintadas a mano. En la fiera competencia que impone el mercado, la artesanía muchas veces queda en desventaja ante productos fabricados masivamente. A esto debemos ponerle mucha atención, porque no sólo afecta la parte económica de las familias que viven de la artesanía; sino que también, porque afecta la parte cultural y patrimonial14.

El enfoque de este artículo se basa precisamente en lo anterior, pues se ha reconocido un desarrollo y transformación de la cultura ceramista en Ilobasco con nuevas técnicas y procesos de producción y piezas finales con mayor interés decorativo y turístico que por consiguiente trae mayores beneficios económicos, sin embargo, los artesanos han ido desvinculándose de los procesos artesanales originales. Los productos artesanales con el paso del tiempo siguen la tendencia de los mercados mundiales, al convertirse paulatinamente en bienes de consumo masivo y perder sus lazos culturales y sus identidades locales15.

Los artesanos han dejado de producir con el sentido de una reproducción de los patrones culturales locales, más bien, producen para generar ingresos y sus modos de producción se alejan cada vez más de las raíces y del arte original. Producen más, venden más, son mayormente conocidos, pero se alejan más de los procesos y el sentido sociocultural que las piezas tenían en un principio. La artesanía es el resultado de la creatividad y la imaginación, plasmado en un producto en cuya elaboración se han transformado racionalmente materiales de origen natural, generalmente con procesos y técnicas manuales. Tal como afirma el antropólogo Ramón Rivas:

«Las técnicas empleadas por nuestros ancestros en las artesanías que elaboraron deben continuar. No obstante, sabemos que la artesanía moderna se orienta hacia una creatividad innovadora que utiliza técnicas novedosas y nuevas tecnologías. En el arte rústico y tradicional, las nuevas tecnologías destruyen ese arte. Esto es bueno, pero como antropólogo considero que lo nuevo no debe reemplazar lo antiguo, sobre todo en materia cultural, ya que ello implicaría pérdida de nuestra identidad y nuestro pasado»16.

  1. Pérdida de identidad local en la cultura ceramista de Ilobasco

Por tradición, el artesano ha trabajado en su taller familiar. Generalmente, el jefe o propietario del taller es el maestro, la persona que conoce más el oficio, la persona de mayor edad y experiencia. También están los operarios que han adquirido el oficio y conocimiento necesario para realizar dicho trabajo. Además, se cuenta con los aprendices, los que se están iniciando en el oficio, que aprenden y ayudan a sacar la producción. Estos también suelen ser hijos o algún otro familiar del maestro17. En Ilobasco, específicamente en el Barrio La Cruz, mejor conocido como «el Barrial» está el caso de la familia Chávez. El taller de la familia Chávez fue cerrado, debido a que su dueño, emigró a Estados Unidos. El taller quedó a cargo de su hermana Mary, no obstante, ella no logró mantenerlo en pie por mucho tiempo, porque algunos de los jóvenes ayudantes cayeron en las redes de las pandillas, otros emigraron a Estados Unidos y otros simplemente buscaron trabajo en otros rubros como la albañilería, puesto que el trabajo artesanal no era estable18. En los últimos tiempos la tendencia fue el abandono del trabajo artesanal tradicional. Los talleres incorporaron nuevas técnicas, otros materiales, manteniendo algunos procesos y herramientas originarias. Ahora, los artesanos tienen variedad de hornos, técnicas traídas de otras culturas, que, si bien les ha aportado un desarrollo en el comercio, economía y turismo en el municipio, los ha alejado del concepto original de las artesanías y su tradición local.

Se sabe que, por medio de la artesanía, se identifican los rasgos y características culturales de una localidad, esa herencia cultural es transmitida de generación en generación, esto les permite a las personas sentirse representados al ver sus creaciones en otros lugares fuera de su tierra de origen. La artesanía como patrimonio cultural permite al artesano ser muy cuidadoso en heredar su conocimiento y le permite pulir sus habilidades y técnicas en las nuevas generaciones, ya sean estos su familia o los mismos trabajadores que acompañaron al experto en la tarea de producir. Sin embargo, esto no suele suceder del todo así en Ilobasco, puesto que muchos artesanos prefieren tener mayores ventas con productos hechos con nuevas técnicas, abren nuevos mercados, utilizan herramientas y materiales modernos que les permiten incrementar sus ingresos y dejan de lado las prácticas, procesos y materias primas ancestrales, así como también las formas en que trabajaban el barro.

Esos procesos de modernización llevaron a que la producción de piezas utilitarias originarias de Ilobasco, se dejaran de producir, pues las personas dejaron de consumir lo artesanal local por preferir utilería de plástico e incluso chinas que son traídas al país a granel con bajo costo y es más fácil de obtenerlos19. Algunos artesanos comentaron que, las personas lo dejaron de consumir y preferían comprar ollas de metal por diversas razones y a ello, se le sumó las necesidades económicas que los artesanos tenían por lo que se vieron en la disposición de aprender a hacer nuevas de piezas cerámica y con la ayuda de las instituciones como el Centro de Desarrollo Artesanal20, el Ministerio de Economía, las inversiones internacionales y el asocio entre los artesanos, fueron aprendiendo nuevas técnicas; adquiriendo nuevas herramientas y en esencia los productos finales eran piezas decorativas destinadas al turismo, más que una evocación a las tradiciones culturales locales.

Figura 3. Artesanías de barro de Ilobasco que han perdido sentido del trabajo de barro tradicional

  1. Consideraciones finales

La cultura ceramista en Ilobasco data desde las épocas antiguas, en las que ocurrió su transmisión temprana por medio de las redes familiares y de generación en generación. Sin embargo, factores globales como la migración y el comercio global, la delincuencia y la búsqueda de mayores ingresos ha provocado que en los últimos tiempos la cultura ceramista se vea disminuida, en cuanto a los procesos artesanales y frente a productos del mercado globalizado. Es así como se ha dejado de producir las piezas artesanales locales, estas se han visto eclipsadas por el producto que llega del exterior y que tiene mayor aceptación comercial y menores costos. Con la transformación hacia la modernización de los procesos, técnicas, materiales y herramientas, se ha ido perdiendo la esencia originaria de la identidad cultural local, en el sentido que los artesanos ya no producen las piezas de manera totalmente artesanal, puesto que necesitan producir a mayor escala con métodos y técnicas nuevos basadas que los alejan de la identidad local artesanal.

Referencias

Entrevistas

Entrevista a Sandra Canizales, Sandra. CEDART, 2020 por Carolina Martínez Arce.

Entrevista a Chávez, Mary. La familia Chávez, 1 de junio de 2022, por Carolina Martínez Arce.

Entrevista a Flores, Isabel. De las muñequeras del Barrial 2020, por Carolina Martínez Arce.

Entrevista a Flores, José Aarón. José, multifacético en las artes plásticas, 2 de abril de 2022, por Carolina Martínez Arce.

Entrevista a Gerber Romero. El maestro ceramista, 18 de mayo de 2022, por Carolina Martínez Arce.

Entrevista a Isabel Orellana. Las olleras del barrial, 31 de mayo de 2022, por Carolina Martínez Arce.

Libros

Clará de Guevara, Concepción. «Aspectos culturales en la problemática artesanal de El Salvador». Revista Científica, junio de 2004. Editorial Universidad Don Bosco.

Gutiérrez y Ulloa, Antonio. Estado general de la provincia de San Salvador: reyno de Guatemala. (año de 1807). San Salvador, República de El Salvador: Imprenta nacional, 1926.

Mordo, Carlos. «La artesanía, un patrimonio olvidado». ARTESANIAS DE AMÉRICA, julio de 2002.

Rivas, Ramón D. «La artesanía: patrimonio e identidad cultural». Revista de Museología «Kóot», n.°9 (2018): 80-96.

Ilobasco de los recuerdos: de las muchas cosas que pasaban, 2015. Recuperado de http://biblioteca.utec.edu.sv:8080/jspui/handle/11298/219.

Turok Wallace, Marta. «Análisis social de los artesanos y artesanas en Latinoamérica.», julio de 2013. Recuperado de: http://documentacion.cidap.gob.ec:8080//handle/cidap/1574.


  1. 1 Ramón D. Rivas, «La artesanía: patrimonio e identidad cultural», Revista de Museología «Kóot», nº 9 (2018): 80-96.

  2. 2 Antonio Gutiérrez y Ulloa, Estado general de la provincia de San Salvador: Reyno de Guatemala. (Año de 1807) (San Salvador, República de El Salvador: Imprenta nacional, 1926).

  3. 3 Concepción Clará de Guevara, «Aspectos culturales en la problemática artesanal de El Salvador» (Editorial Universidad Don Bosco, 2015).

  4. 4 Isabel Flores, De las muñequeras del Barrial., 2020, 02.

  5. 5 Isabel Orellana, Las olleras del barrial, 31 de mayo de 2022, 04.

  6. 6 Orellana, Isabel. Las olleras del barrial.

  7. 7 José Aarón Flores, José, multifacético en las artes plásticas., 2 de abril de 2022, 08.

  8. 8 Flores, De las muñequeras del Barrial.

  9. 9 Ramón Douglas Rivas, Ilobasco de los recuerdos: de las muchas cosas que pasaban, 2015, recuperado de: http://biblioteca.utec.edu.sv:8080/jspui/handle/11298/219.

  10. 10 Gerber Romero, El maestro ceramista., 18 de mayo de 2022, 03.

  11. 11 Sandra Canizales, CEDART, 2020, 01.

  12. 12 Gerber Romero, El maestro ceramista.

  13. 13 Marta Turok Wallace, «Análisis social de los artesanos y artesanas en Latinoamérica.», julio de 2013, recuperado de: http://documentacion.cidap.gob.ec:8080//handle/cidap/1574.

  14. 14 Ramón D. Rivas, «La artesanía: patrimonio e identidad cultural», Revista de Museología «Kóot», n.o 9 (4 de junio de 2018): 80-96, https://doi.org/10.5377/koot.v0i9.5908.

  15. 15 Carlos Mordo, «La artesanía, un patrimonio olvidado», ARTESANIAS DE AMÉRICA, julio de 2002.

  16. 16 Rivas, «La artesanía», 4 de junio de 2018.

  17. 17 Concepción Clará de Guevara, «Aspectos culturales en la problemática artesanal de El Salvador», Revista Científica, junio de 2004.

  18. 18 Mary Chávez, La familia Chávez, 1 de junio de 2022, 05.

  19. 19 Gerber Romero, El maestro ceramista.

  20. 20 Canizales, CEDART.