Plasticidad cerebral y la capacidad de adaptación del adulto mayor al proceso de enseñanza-aprendizaje

Resumen

Las investigaciones en el área de las neurociencias han realizado valiosos aportes sobre el cerebro, y la necesidad de integrar y de aplicar estos conocimientos a la educación, lo que resulta aparentemente arduo, difícil y de gran complejidad. De interés resulta para el tema que se presenta en esta ponencia, el aprovechamiento del conocimiento de la plasticidad del cerebro humano, para comprender cómo el cerebro del adulto mayor aún puede ser regenerado con una estimulación adecuada de los componentes del sistema nervioso. La Ley de Atención Integral para la Persona Adulta Mayor de la República de El Salvador, en su artículo 2, regula que: “se considera adulto mayor a todo hombre o mujer que haya cumplido sesenta años de edad” (Ley de Protección Integral para el Adulto Mayor, 2002, Art.2). En ese sentido, se realizó una sistematización de diversos referentes para establecer las bases, desde una perspectiva teórica, de la disyuntiva que se presenta entre la vejez y el cerebro humano, y cómo este envejecimiento cerebral no puede ser visto sólo como una etapa de decadencia; es decir, cómo el paso de los años genera cambio neuronales en el cerebro, la memoria y la capacidad de seguir siendo activo. Esto es posible gracias a la plasticidad cerebral. Estos componentes no están fijados de modo irreversible genéticamente, pues aún a una edad avanzada o de envejecimiento, podría adaptarse a cualquier tipo de cambio en periodos de enseñanza-aprendizaje, debido a la plasticidad, dado que el mismo cerebro humano es plástico.