Levantamientos Indígenas y Campesinos en El Salvador

Resumen

El propósito del presente trabajo es mostrar en términos generales el trasfondo o lo que en palabras del historiador guatemalteco Severo Martínez Peláez conformó las causas profundas de un conflicto que se tradujo en un amplio levantamiento indígena entre fines de 1832 y principios de 1833 en la región de los nonualcos. Este trasfondo que se alimentó desde los viejos tiempos del régimen colonial estalló apenas transcurrido un poco más de una década de haberse producido la separación del Reino de Guatemala con España y generarse un profundo vacío de poder. Las comunidades indígenas se encontraron ante una nueva situación en tanto que lo que a ellas les importaba era conservar lo poco que se había ganado después de tres largos siglos de dominio español. Atentar contra esto implicó desencadenar un conflicto pero las nuevas elites no pararon en mientes, pues además de amenazar el statu quo de estas comunidades implementaron medidas que tocaron directamente su ya maltrecha economía (ley de contribución directa) y las levas o reclutamiento forzoso, que actuaron como causas desencadenantes de la sublevación. Si bien el levantamiento liderado por Anastasio Aquino fracasó la problemática no concluyó con la ejecución del caudillo nonualco y el malestar indígena continuó reflejándose en diversos levantamientos a lo largo del siglo XIX, aunque ciertamente no con la misma intensidad, pero es un indicativo de que a las nuevas elites nunca les interesó resolver el asunto indígena, lo que generó que las comunidades buscaran establecer diversas alianzas políticas y participativas como un mecanismo de supervivencia y de lograr beneficios. En general este es el panorama del siglo XIX que se vio envuelto en diversas luchas de grupos de interés que buscaban el poder y donde tanto indígenas como ladinos fueron partícipes y protagonistas de la vida política.