Estudiante universitario y lucha de clases

Resumen

Algunos intelectuales afirman la idea que el estudiante al no vender su fuerza de trabajo, no es trabajador, no pertenece a la clase o asalariada, sino a la «clase media». Razón por la cual no tiene sentido que el estudiante se organice y luche o que se preocupe por problemas políticos e ideológicos; estas enseñanzas llevan a que los estudiantes, por una parte, tengan apatía hacia las agrupaciones u organizaciones político-estudiantiles, y por otra, que tomen posiciones contrarias a sus propios intereses, indiferentes a reivindicaciones estudiantiles como enseñanza con calidad académica, defensa de la autonomía, exigencia de presupuesto justo, la lucha contra la privatización de servicios públicos, etc. La esencialidad orgánica plantea que por la constante proletarización del sistema capitalista, la futura condición del estudiante es ser proletario. Lo cual expresa las condiciones objetivas que hacen posible el carácter revolucionario del movimiento estudiantil; manifestado en el hecho de que los estudiantes han sido aliados imprescindibles de la clase dominada, incluso un sector de estudiantes se ha integrado orgánicamente al sujeto de la revolución. Por tal razón, la esencialidad orgánica es la que origina las posibilidades revolucionarias del estudiante. Lo antes expuesto es suficiente para reafirmar que la lucha de clases continúa; solamente ha cambiado en su forma. Nuestra misión es subordinar nuestros intereses gremiales estudiantiles a esta lucha cuando la realidad nos lo demanda. De ahí, la necesidad de plantearnos como cumplir la tarea de promover la conciencia de clase como estudiantes revolucionarios y cómo lograr nuestros propósitos.